¿Se hace a alguien llorar para evitar que llore? Supongo que es una pregunta bastante absurda pero decidme que nunca os habéis sentido genial y ha llegado alguien para cuestionar absolutamente todo en lo que poníais vuestra fe. Esta bien cuestionar las cosas, no confiar en cualquiera a la primera de cambio, pero todos necesitamos confiar en alguien, sonreír ante un piropo y no pensar en el posible fin que pudiera perseguir el alago.
Esto no está bien, y por más que te lo digo parece que no te das cuenta. ¿Qué pretendes?¿Qué no sufra? Tu eres la única que me hace sufrir, que hace que todo se caiga cuando estoy en las nubes, que hace que me cuestione todo lo que ahora tengo, que aunque no es mucho es más de a lo que estoy acostumbrada. Alégrate. Déjame ser feliz. Si me tengo que pegar el golpe me lo pegaré. Es cierto que un golpe duele menos cuando te lo esperas. Gracias. Ya sé que puede llegar el golpe. Pero no lo adelantes. No hagas que me sienta golpeada y amoratada siglos antes de que llegue el verdadero problema. DÉJAME.
¿Sabes cuantísimo me ha costado espantar mis miedos, dejarme llevar sin agarrarme fuerte a un arnés? Lo conseguí. Por ahora lo había conseguido. Mis recaídas no eran ni siquiera dignas de mención. Y ahora vienes tu y lo pones todo patas arriba. No tienes derecho a hacerme esto. No lo tienes. Y lo que más me duele es que te lo estoy dando. Estoy dejándote hacerme sufrir. Y te empeñas en decir que es lo que no quieres. Se nos está yendo de las manos. Ni siquiera me había planteado que pudiera escapársete a ti también pero parece ser que tu tampoco estas preparada para esto.
Vete de aquí. Déjame. Fuera.
DÉJAME SER FELIZ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario