viernes, 13 de mayo de 2011

I have a crush on you.

Miles de ideas se agolpan en mi cabeza de repente; pero siempre hay una que sobresale, siempre hay un centro, algo más importante, siempre hay algunas palabras que serían capaces de borrar a todas las demás de un solo bufido.
Y puedo jurar y perjurar que nunca antes lo había sentido así. Que yo, a las tantas de la madrugada después de un día como hoy, jamás había estado escribiendo, ni aquí ni en ningún sitio. Y menos por alguien.
Desde siempre la palabra alguien me ha parecido repudiable. Y ahora, todavía me lo parece más. Ahora adoro .¡Suena tan bien!... tú, tú, tú.
De tantas cosas que escribiría no escribo ninguna.
Quizá es que sienta muchas que no soy capaz de expresar con palabras, y que puedo expresar otras que simplemente no siento, o de las que no quiero decir nada. A veces no sabes como explicar lo que quieres decir y sabes perfectamente como decir aquello que no quieres mencionar. Problemas de escritores supongo. La inspiración, que viene y va.

Lo que más me llama la atención de mi misma es encontrarme descubriendo día tras día cosas por las que esto es una verdadera locura. Por que lo es. Lo es y lo sé. Y miento cuando digo que eso es lo que más me sorprende, porque lo que realmente me deja con la boca abierta es encontrarme tantas y tantas veces pensando en las diferencias y pensando que no son nada. Pensando que las diferencias, por muchas que sean, nunca serán más grandes que la idea, que las palabras. La idea de la que hablo al principio.
Y es que hoy, sin ir más lejos, en uno de esos momentos de reflexión conmigo misma que a veces tengo, cuando se me pone cara de tonta porque soy muy feliz, mi mente ha pronunciado unas palabras. Otra vez palabras, pero esta vez definían lo que sentía a la perfección. "Esto es lo que quiero".

Hay veces, cada vez menos, que me asusto. Hoy podía haber considerado que las palabras que mi mente decía eran horribles, que estaba confusa, que era causa del poquitín de alcohol que he bebido porque hace mucho que no bebo,... podía haberseme ocurrido cualquier excusa tonta para ocultar lo que de verdad había dicho mi consciente, pero hoy no hay sido así. Hoy me siento feliz y vital por haber pensado eso, ahora siento que está bien, que es digno de alegría y no de llanto.

No sé que me está pasando, no sé que hago o que haces, no sé si es la primavera que la sangre altera o el tiempo que dediqué a no pensar en esto porque era demasiado para ti y para mi, no tengo ni idea. Sólo sé que hace bastante poco no tenía ilusión ni sonrisas, y que ahora ver tu foto supone un cúmulo gigantesco de estas.

La idea que siempre me ronda la cabeza es que te quiero. Cada vez que pienso en ti, en nosotros, en mi, cada vez que mi mente se da cuenta de que estás ahí, cada mañana que me levanto y me doy cuenta de que esto es lo más real que he vivido en mi vida, entonces, un te quiero gigantesco se imprime como por arte de magia en la pizarra de mi pensamiento y nubla cualquier otra idea que quisiera incluir en el esquema. El te quiero se encarga de borrar todo lo que hay cerca, especialmente cuando son malas sensaciones. En lugar de empequeñecer, mi te quiero a decidido acabar con todos los malos pensamientos, ha decidido buscar diez razones ideales por cada razón absurda, aunque en realidad, todas lo son.

Esto es lo más real, bonito, absurdo, estúpido, ideal, romántico, idiota, irreal, perfecto, que he vivido nunca. Te quiero, te quiero, te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario